Isla Tabarca. Un tesoro en Alicante.

Alicante tiene un tesoro. Un tesoro solo para los que lo saben ver y apreciar. Un tesoro que es a veces más visible y esplendoroso, y otras veces cuesta más encontrarlo. Es en los meses de Julio y Agosto cuando queda sepultado por más de tres mil personas al día, pero este hecho no hace que el tesoro alicantino sea menos tesoro, igual de precioso y brillante. Pero sí es verdad, que es ahora cuando el tesoro brilla con más intensidad, cuando está más espectacular, cuando más se disfruta. 

Este tesoro es la Isla de Nueva Tabarca, perteneciente al término municipal de Alicante, es la isla más grande de la Comunidad Valenciana y la única habitada. A tan sólo 8 km de Santa Pola. Popularmente se la conoce como Tabarca, así que, así la llamaré. 

Tabarca desde el barco

Fachada encantadora

Cofradía de pescadores

Tabarca es muy chiquitita, mide 1.800 metros de largo y tan solo 400 metros de ancho, por lo tanto no se necesitan coches ni motos para recorrerla, de hecho, no hay vehículos de motor en la isla, tan solo algún pequeño tractor. Tampoco hay carreteras, ni semáforos, ni tiene apenas calles, solo unas pocas, y no todas están pavimentadas. No dispone de teléfono público ni de cajero automático, pero es que en Tabarca no viven más de una veintena de personas. 

Puerta de San Pablo

Muralla

Y ahora que ya os he contado lo que Tabarca no tiene, os contaré lo que sí posee; Tabarca tiene mucho encanto, y cierto aire decadente que le otorga más encanto aún; posee dos caras, una durante el día y otra al atardecer, cuando los últimos barcos zarpan de vuelta a la costa alicantina con los últimos turistas; también tiene una historia peculiar; una colección de puertas bonitas; unos atardeceres espectaculares; unos fondos marinos protegidos de los que ya quedan pocos (desgraciadamente); una gastronomía basada en el pescado y mariscos frescos y en los arroces, sin adjetivos; un precioso paseo hasta el cementerio, y muchas cosas más que esperan ser descubiertas por ojos ávidos de detalles que pasan desapercibidos para la gran mayoría. 

Puertas bonitas

Atardecer

Puerta de la muralla

Puerto

Si he conseguido llamar tu atención sobre Tabarca, no te pierdas su historia, es realmente curiosa: 

Isla Plana, como se la conocía, estaba sumida en el olvido, pero a partir de mediados del siglo XVIII se empezaron a plantear las primeras ideas sobre su repoblación, ya que disponía de una situación geográfica privilegiada, salvaguardando las costas alicantinas de piratas y contrabandistas. 

En 1768, el rey Carlos III, previo pago, procede a la liberación de varios genoveses que se encontraban en cautiverio en Tunez y Árgel y los traslada a Isla Plana con el fin de que repoblen la isla convirtiéndola en un punto militar adelantado en la defensa costera. En 1770, con muchas de las casas construidas, se produjo el traslado, y pasaría a llamarse Isla de Nueva Tabarca.

Sin embargo, la compleja concepción de la nueva ciudad, era más ambiciosa que real, lo que propició que nunca se llegara a realizar en su totalidad.

Comienza  entonces el abandono paulatino de la Isla en cuanto a sus funciones militares, culminando en 1828 con una disposición real, la cual establecía la cesión de fortificaciones y edificios a sus propios habitantes. 

En pleno reinado de Isabel II, con la pérdida de cualquier interés militar, Nueva Tabarca se ve sumida en el olvido. Las actividades económicas relacionadas con el mar fueron sustento básico de la población. La cordelería, confección de redes, nasas, construcción de barcos y la práctica diaria de la pesca, permitieron la permanencia en la Isla. Un arte tipo trampa como la Almadraba, fue la base de esta situación, la cual cambiaría a causa de varios factores. Los primeros síntomas de agotamiento de los fondos marinos a causa de la pesca de arrastre, así como el cambio de las rutas migratorias, hicieron que en 1960 desapareciese la Almadraba de Tabarca. 

El evidente descenso en la actividad pesquera coincidió con el surgir de una nueva economía, la turística, cuyo desarrollo constituye en la actualidad, el sustento básico de la población tabarquina. 

Y ahora os dejo mi pequeña guía para poder disfrutar al máximo de este enclave privilegiado y único de Alicante: 

Cómo ir. 
Salen barcos desde el puerto de Alicante y desde el puerto de Santa Pola (zona tabarqueras). Desde éste último lo hacen con más frecuencia y tan solo tardan 20 minutos en llegar.

Tabarca al fondo

Dónde dormir. 
Yo me he hospedado siempre en el Hotel Boutique Isla Tabarca y es muy recomendable, pero también conozco La Trancada y Casa en Tabarca.

Hotel Boutique Isla Tabarca

Dónde comer.
Los restaurantes que yo he probado y repetiría son; Nou Collonet, Restaurante La Almadraba, y Casa Ramos (en la plaza). 

Terraza Nou Collonet

Qué comer. 
El caldero y caldereta es el plato típico de la isla, no os lo perdáis. Con cualquier arroz, pescado y marisco no fallaréis. 

Caldereta de zapatilla en Nou Collonet

Qué hacer. 
Recorrer toda la isla es obligatorio, pasear por todo el perímetro te puede llevar un par de horas. Ir hasta el cementerio merece la pena. 
Visitar el museo Nueva Tabarca, es pequeñito y se ve rápido pero está todo muy bien explicado y además la entrada incluye la entrada a la proyección de una película sobre la isla que dura una media hora. 
Bucear o hacer snorkel por los fondos marinos. Es algo muy típico pero yo no lo he practicado. 
Sentarte en una roca y disfrutar durante horas del mar, después comer un buen caldero y echarte una siesta con el sonido de las gaviotas de fondo. ¿Se puede pedir más?

Camino al cementerio

Iglesia

Playa

Una última recomendación; si quieres disfrutar al máximo de Tabarca, evita visitarla en los meses de julio y agosto. Se disfruta mucho más en mayo, junio, septiembre y octubre. 

¿Qué te ha parecido este tesoro? ¿Conoces la isla Tabarca? ¿Alguna recomendación que incluirías?

* A no ser que se indique lo contrario en el pie de foto, todas las fotografías son de re-comiendo.