Poder escribir el post de hoy me hace especialmente feliz. No estaba preparado, de hecho, no pensaba publicar la recomendación de este maravilloso restaurante hasta el año que viene cuando abriesen la nueva temporada (actualmente se encuentra cerrado), pero la actualidad manda y las nuevas buenas noticias marcan el ritmo.
Como muchos sabrán, a Quique Dacosta Restaurante le acaban de otorgar la tercera estrella Michelín, y esto me alegra porque hace un par de años tuve la gran suerte de conocer de cerca a todo el equipo del restaurante y sé lo mucho que anhelaban este galardón, quizás el más importante para este gremio, y que a mi humilde parecer tanto se merecían.
Como digo, tuve la gran suerte de conocer a todo el equipo de cerca y de conocer cómo funciona el restaurante porque tuvieron la amabilidad de acceder a que realizase la tesis de un máster de protocolo, que por entonces cursaba, sobre Quique Dacosta Restaurante.
Rescato, como introducción, algún fragmento de mi tesis:
La cocina de Quique Dacosta Restaurante se define como una cocina de
vanguardia, radical y valenciana. Pero eso es sólo a grandes rasgos, es su
caparazón. En su interior guarda la
maquinaria del mejor reloj suizo, perfecta técnicamente pero con alma. La
pasión es lo que la diferencia.
La filosofía de esta pequeña empresa, pequeña en cuanto a número de
personas que la integran pero enorme en cuanto a reconocimiento mundial y
repercusión internacional, se basa en la calidad entendida como una máxima; la
exclusividad de su producto y un gran cuidado por los detalles. “Sólo entra lo
mejor”, en palabras de Quique Dacosta.
Persigue transformar el acto de
comer en una experiencia con la que conseguir la felicidad de los comensales, y
para ello se trata la cocina como un arte que se percibe con los cinco
sentidos;
La vista percibe los paisajes del entorno
interpretados en una hoja en blanco que es el plato. El paisaje local se
transporta al restaurante, desde su huerto de aromáticas hasta la mesa.
El olfato se deleita con los aceites esenciales y
aromas que desprenden los productos y que hacen la cocina más sensitiva.
El gusto, el gran privilegiado tradicionalmente en
la gastronomía, es en Quique Dacosta Restaurante uno más, igual de afortunado
que los demás, gracias al producto de exquisita calidad.
El oído se relaja de perturbaciones gracias al
silencio reinante, sólo un ligerísimo tic-tac marca los tiempos.
El tacto en la boca de la madera o de la tierra, son
texturas nuevas para el paladar. La percepción de lo tibio, lo templado, ni
frío ni caliente, esa temperatura que te hace sentir a gusto.
Y por último, el alma,
característica de esta empresa que podría considerarse como su sexto sentido.
La pasión por lo que se hace se refleja en todos los aspectos, desde la cocina,
pasando por la sala, hasta extramuros.
Fotos de www.quiquedacosta.es |
Aprovecho la ocasión para dejaros algunas fotos que tomé en
la última visita que les hice, este pasado verano, en la que degusté el menú “El
sabor del Mediterráneo” y que me maravilló. El menú constaba de 45 platos y costó 150€ (sin IVA y bebidas).
1º Acto: Snacks.
2º Acto: Tapas.
3º Acto: Platos.
4º Acto: Postres.
5º Acto: La Caja Mágica + Árbol.
Comer en Quique Dacosta Restaurante es una experiencia que habría
que probar por lo menos una vez en la vida. Yo, por si acaso se me escapa algo,
intentaré visitarles todos los años…
¡ENHORABUENA A TODO EL EQUIPO DE QUIQUE DACOSTA RESTAURANTE!
No olvides consultar en su página web el calendario de la
temporada, no está abierto todo el año. La temporada 2013 comenzará el 27 de Febrero.
p.d. Por cierto, un hecho que no me gustaría pasar por alto, es
que este verano comí en Quique Dacosta Restaurante y en Azurmendi, ambos acaban
de conseguir su tercera estrella Michelín, puede ser casualidad, pero a lo mejor
doy suerte… por si acaso, si tienes un restaurante y quieres una estrella
Michelín, llámame a mí! ;)